Según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento podemos observar comportamientos fuera de lo común que reflejan que esa persona puede sufrir algún tipo de abuso. Estos comportamientos son los siguientes:
Que la persona tenga problemas para conciliar el sueño, que su apariencia sea estar confundida o deprimida. Una considerable pérdida de peso sin un motivo razonable. Señales de trauma como mecer el cuerpo hacia delante y atrás, que tenga reacciones violentas y agitadas. Dejar de realizar actividades en las que disfrutaba anteriormente, que muestre moretones, cicatrices o heridas inexplicables en el cuerpo, deja de arreglarse, no se lava con frecuencia, entre otras cosas.
Podéis saber más en esta página web: https://www.nia.nih.gov/espanol/publicaciones/abuso-personas-mayores
María Reyes.
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